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17/02/2018
Gran parte de los peregrinos que deciden realizar el Camino de Santiago lo hacen durante sus vacaciones por eso es de vital importancia realizar una buena preparación física para disfrutar de la ruta y aprovechar al máximo estas vacaciones tan deseadas.

Un buen entrenamiento os permitirá hacerlo con el menor esfuerzo y con la mente libre para poder admirar el paisaje y evadiros. La preparación puede variar en gran medida dependiendo del número de kilómetros totales a realizar, así esta será muy diferente si comenzáis desde Saint Jean Pied de Port (aproximadamente 785kms) o si empezáis en Sarria (113kms).

Otros aspectos a tener muy en cuenta son la edad, la forma física de cada uno, la distancia a realizar cada día por etapas y también el mero hecho de ir solo o acompañado, ya que el Camino así es mucho más ameno y se hace más llevadero; recordaros también que el Camino no es una competición, se aconseja ir parando para hidratarse, ingerir algún alimento y descansar.

La media de las etapas del Camino suele ser de entre 20 y 25 kms aproximadamente, llegando algunas etapas a alargarse hasta 30kms. Por este motivo es importante prepararse con antelación suficiente para llegar a caminar varios días consecutivos estas distancias sin lesionarse.

El calzado es uno de los factores que más condicionará nuestro éxito por esta razón es importante hacerse con calzado de treking cómodo y que hayáis usado previamente. Es aconsejable elegir la talla adecuada ya que los pies suelen hinchar al caminar durante varias horas. Este calzado es el que deberéis usar durante vuestro entrenamiento en los meses previos al viaje, no es conveniente estrenar calzado para realizar la ruta. Os recomendamos usar calcetines adecuados para caminar, ni muy finos ni muy gruesos y que se ajusten bien al pie para evitar rozaduras y llagas.

También hay que tener en cuenta si vais a llevar mochila y su peso. En caso de no utilizar el transporte de mochilas y llevar todo vuestro equipaje con vosotros es muy importante entrenar las últimas semanas con el peso aproximado que soportará vuestra espalda. En este caso os recomendamos llevar solo lo estrictamente necesario y colocarlo de manera a bien repartir el peso.

A continuación os proponemos un entrenamiento orientativo que recomendamos comenzar al menos 2 meses antes de realizar el Camino, este entrenamiento es progresivo para aquellas personas que están poco o nada acostumbradas a andar. Es aconsejable empezar a caminar por lugares llanos y si es posible salir a caminar al monte en las tiradas más largas del fin de semana para ir acostumbrando las piernas a los desniveles del Camino.

Durante las primeras cuatro semanas os sugerimos caminar tres días a la semana, las tres siguientes aumentaréis un día a la semana y la última semana será más relajada para que lleguéis con fuerzas.

Es fundamental hacer un calentamiento antes de empezar a caminar, por ejemplo hacer rotaciones de las articulaciones que más vamos a utilizar durante la caminata como son tobillos, rodillas, cadera, tronco, hombros y cuello. Y al finalizar la sesión hacer unos estiramientos de entre 10 y 15 minutos, esto también se aplicará a la hora de hacer el Camino después de realizar cada etapa y nos evitará tener agujetas y posibles lesiones.

 

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